41. Deseo y fantasma (I): Pegan a un niño
Deseo y fantasma son conceptos esenciales para la clínica de las neurosis. Para empezar a bordearlos, iremos al texto freudiano “Pegan a un niño” de 1919, donde Lacan encuentra las bases sobre las que se asienta su formulación del concepto de fantasma.
[En la imagen superior: Freud (10 años) junto a su padre Jacob en Viena, 1866.]
En el seminario El deseo y su interpretación, Lacan realiza un recorrido del cual que les propongo seguir algunos puntos para aproximarnos a los conceptos de deseo y fantasma.
El fantasma es articulable entre el sujeto como hablante al otro imaginario, es una estructura simbólico-imaginaria. El deseo humano está fijado, adaptado no a un objeto, sino a un fantasma.
Lacan va a tomar el texto freudiano “Pegan a un niño” de 1919 para mostrarnos la estructura misma del fantasma a través de los pasos de constitución de esta fantasía.
La primera fase de la fantasía de paliza: “El padre pega al niño”. El niño azotado nunca es el fantaseador, el que pega es un adulto, el padre. La fantasía es sádica.
La segunda fase: La persona que pega es la misma, el padre, pero el niño azotado es el fantaseador mismo. La fantasía es masoquista: “Yo soy azotado por el padre”, y en ningún caso es recordada, sino que es una construcción del análisis.
La tercera fase es la que enuncian los pacientes: “Se pega a un niño”. La persona que pega nunca es el padre: se la deja indeterminada o es trocada en un personaje de autoridad (un maestro, etc.)
La fantasía produce gran satisfacción onanista y es jugada con personajes de autoridad.
Freud va a unir estas fases con el recorrido de la sexualidad infantil. La fantasía se constituye al cierre del Edipo.
A partir de este texto de Freud, Lacan nos va a introducir al concepto de fantasma.
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