Los sueños en la cura y el determinismo inconsciente

La forma de trabajo con los sueños que nos planteó Freud nos permite tomar la verdadera dimensión del inconsciente, su lógica y su determinismo. Esta semana nos introducimos en esta formación del inconsciente para repasar sus modos de interpretación y su lugar en la cura.

En “Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños” (1917 [1915]), Freud nos dice que el texto del sueño debe tomarse como un texto sagrado.

¿Qué quiere decir esto? Entiendo que significa tomar el texto del sueño en su literalidad, en su calidad, podríamos decir con Lacan, de significante, sin comprenderlo. No importa si los sueños son inverosímiles, si son muy cortos, incluso si el soñante sólo trae una palabra de ese sueño.

Freud da valor al determinismo dentro de lo psíquico y nos dice que no hay nada de arbitrario en las asociaciones y los enlaces.

Trae el ejemplo de la elección de un número al azar. El número que aparece está comandado por pensamientos alejados de la conciencia.

Del mismo modo, tampoco son arbitrarias las alteraciones en el relato del sueño.

Nos da una pista técnica: cuando un sueño le parece complejo, le pide al paciente que lo repita. Es raro que lo repita igual, y los lugares en que el texto cambia son pistas por las que se puede comenzar a trabajar.

La duda que el paciente trae por un elemento del sueño también es un camino por el que dirigirse.

Además, los sueños se olvidan rápidamente tras despertar, por más que nos esforcemos por retenerlos. Sin embargo, muchas veces, en el trascurso de una sesión, frente a determinados puntos que se están trabajando aparece el sueño olvidado bajo la forma de un “Ah, me olvidaba, pero esta semana soñé con…” u otra similar.

Modos de interpretación de los sueños

Para la interpretación de un sueño en el análisis se puede optar por distintos procedimientos técnicos:

  • Proceder cronológicamente y hacer que el soñante produzca asociaciones con los elementos del sueño en la secuencia en que fueron relatados.
  • Iniciar el trabajo de interpretación por un elemento destacado del sueño o tomando un dicho que esté en el contenido onírico y que resuene en el analista por los significantes de la historia.
  • Optar por no tomar el contenido manifiesto del sueño e interrogar, en cambio, sobre los acontecimientos de la víspera que se vinculan con lo relatado.
  • Si el soñante ya tiene un trabajo de análisis, es decir, una experiencia del inconsciente, renunciar a toda dirección y esperar sus asociaciones.

Los sueños y la cura

Por otra parte, una serie de sueños que ocurren en el tiempo de análisis, nos dice Freud, son intraducibles. Estos sueños sirven durante la cura como introducción a pensamientos y recuerdos del soñante, sin que sea relevante su contenido; simplemente, aportan más elementos al análisis.

Es importante considerar que los sueños en transferencia —es decir, durante el análisis— están destinados al analista.

Durante el curso de la cura, muchas veces surgen sueños confirmatorios: validan una construcción o una interpretación del analista.

Los sueños, dice Freud, son siempre una “pieza del trabajo analítico”. Por lo tanto, no tendría valor interpretar un sueño por fuera de la trama del análisis.

Pueden suceder que un sueño se presente incomprensible en una sesión y se vuelva claro en la siguiente.

También puede pasar que un sueño del comienzo de la cura sea abordado meses o años después y reordene ese primer tramo del análisis. Por eso, es inapropiado suponer que una interpretación está completa.

Es más, hay sueños claves para la cura que son retomados en distintos momentos y traen los significantes fundamentales de una vida. A veces un sueño que aparece al comienzo puede dar distintas vueltas hasta tener un lugar en el final del análisis.

Trabajar los sueños en la clínica nos permite captar qué implicaba la determinación inconsciente para Freud y para Lacan.

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